“Coronavirus: la sociedad
frente al espejo”
(1)
*Femeninologia
*Ciencia de lo femenino
Osvaldo V. Buscaya (OBya)
Las fuertes resistencias contra lo
femenino no serían de índole intelectual, sino que proceden de fuentes
afectivas; la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón que
posee la decisión final en este esquema, donde lo masculino sigue
siendo la ley.
El sentido y la verdad del feminismo, es
la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
Lo femenino es el camino
Mi
participación en esta verdadera y lógica lucha ante la discriminación y
sometimiento de la mujer, entendería lo que estoy haciendo y por qué. En mi niñez identificaba
“lo femenino” con lo “hogareño”, el pelo blanco, prematura vejez, el batón y el
olor a fritura de mis abuelas, que me hacia el pensar porque soportan vivir así
al lado de un varón, y cuando lo expresaba recibía una réplica (mocoso
maleducado. Hoy veladamente piensan que soy un viejo maleducado)
Lo femenino, es la única alternativa en la
educación infantil, especialmente sobre el varón, para poder llegar, desde la
línea anormal (perversa), al proceso de la sublimación, en el cual es
proporcionada una derivación y una utilización, en campos distintos, a las
excitaciones de energía excesiva, procedentes de las diversas fuentes de la
sexualidad; de manera que de la peligrosa disposición surja una elevación de
rendimiento psíquico.
Según qué tal sublimación sea, completa o
incompleta, el análisis del carácter, revelará con mayor o menor precisión esta
relación mixta entre la capacidad de rendimiento; la perversión y la neurosis.
Lo que denominamos “carácter”, está
contenido en gran parte con un material de excitaciones sexuales, y se compone
de los instintos fijados desde la niñez, de construcciones dadas por
sublimación y de aquellas construcciones destinadas, al sometimiento efectivo
de los impulsos perversos y reconocidos como inutilizables.
La disposición sexual general perversa de
la infancia puede considerarse como la fuente de toda una serie de nuestras
“virtudes”, en cuanto da motivo a la creación de las mismas por la formación
reactiva.
Enfrente de los procesos de represión y
sublimación, la filogénesis parece haber fijado el orden en que han de ser
activadas las diferentes tendencias y la duración de sus actividades hasta ser
sustituidas por otras nuevas o sucumbir a la represión.
La alteración del ordenamiento temporal,
en la síntesis de los componentes del instinto sexual, se reflejará en una
modificación del resultado.
La relación antagónica existente entre la
civilización patriarcal y el libre desarrollo de la sexualidad, es una relación
cuyas consecuencias podemos perseguir, hasta estratos muy profundos de la
conformación de nuestra vida.
La forma en que se haya desarrollado la
vida sexual del niño (varón), entrañará máxima importancia para su existencia
ulterior en las civilizaciones.
Los citados factores psíquicos influyen
tan sólo sobre las excitaciones accidentales, experimentadas por la sexualidad
infantil.
Tales excitaciones, y en primer lugar la
seducción por otros niños o por adultos, aportan el material, que con ayuda de
dichos factores puede quedar fijado en una perturbación duradera.
Una buena parte de las desviaciones
posteriores observables de la vida sexual normal ha sido fijada, desde el
principio en los perversos y en los neuróticos, por impresiones del periodo
infantil, aparentemente libre de toda sexualidad.
En ésta situación es casi impotente el
esfuerzo individual.
La colectividad ha de tomar interés en
ella y dar su aquiescencia a la adopción de medidas, que hagan efectivo el
poder de lo femenino.
Por ahora, nos hallamos muy lejos de toda
posibilidad de tal cambio y en éste sentido si puede hacerse responsable a
nuestra civilización patriarcal.
Habrá de romperse la resistencia de toda
una metodología del patriarca, que no quiere recordar ni admitir su milenaria
perversión, vencer su orgullo que no quiere descender al nivel de la humanidad,
y habrá de “combatirse” el incomprensivo sometimiento de las mujeres, que
consideran hoy como una fatalidad inescrutable su condición, pero inmerecida;
el que precisamente sus hijas e hijos prosigan sometidas y sometidos a la
imposición perversa del varón.
Todo esto plantea ya trabajo para siglos
enteros, durante los cuales aprendería nuestra civilización a tolerar las
aspiraciones de lo femenino.
Por eso el sentido y la
verdad del feminismo (la mujer) es absolutamente la derrota del varón; perverso
irresoluble y ambiguo sexual.
Mi Femeninologia Ciencia
de lo femenino es la serie de configuraciones que con mi conciencia voy
recorriendo constituyendo, más bien, la historia que desarrollo en la formación
de mi conceptualización. Es decir, una suerte de escepticismo consumado, que en
realidad sería, el propósito de no rendirme, a la autoridad de los pensamientos
de otro, sino de examinarlo todo por mí mismo ajustándome a mi propia convicción;
o mejor aún, producirlo todo por mí mismo y considerar como verdadero tan solo
lo que yo hago.
*Hoy, como ese infante
entre los 4 a 5 años adaptando mi pensar en la realidad, interpretando mi
actividad onírica . . .
Por Osvaldo Buscaya (OBya)
(Psicoanalítico)
Femeninologia (Ciencia de
lo femenino)
Lo femenino es el camino
Buenos Aires
Argentina